28 de octubre, 2015. Por Álvaro Mancera
Este artículo, firmado por Nayeli Meza y publicado en Forbes México on-line responde a muchas de las preguntas que seguramente te has planteado.(Artículo extraído de Forbes México)
El potencial de la Fibra E podría alcanzar los 70,000 mdd en 2020
La caída del precio y la producción de petróleo obligaron al gobierno federal a disminuir la inversión en infraestructura. La Fibra E puede ser clave ante la necesidad de mantener la competitividad de las empresas estatales y atraer financiamiento para proyectos de energía.
Ante un débil crecimiento económico y un boquete presupuestal ocasionado por la caída del precio y la producción de petróleo, el gobierno anunció la creación de dos instrumentos financieros que permitirán el levantamiento de capital para proyectos de energía e infraestructura y la construcción de nuevas escuelas: la Fibra E y los bonos educativos.
Las reglas de operación de la Fibra E (Fideicomiso de Inversión en Energía e Infraestructura, por nombre completo) entraron en vigor el 20 de octubre, fecha desde la cual podrán comenzar las colocaciones en el mercado bursátil nacional; sin embargo, analistas prevén que las primeras operaciones se concretarán durante el primer trimestre de este año.
Estas herramientas podrían alcanzar 70,000 millones de dólares en inversión en 2020, de acuerdo con un estudio de la firma de consultoría Ernst & Young.
Una de las cartas fuertes de este vehículo financiero es que ayudará al gobierno a compensar la reducción del gasto otorgado a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ambas Empresas Productivas del Estado (Epes), explica Fernando Ramones Fernández, especialista en energía y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“La Fibra E nace de una nueva realidad en el sector energético en México. El gobierno necesita una forma de financiamiento, y la deuda es una estrategia que no le conviene. Por eso se recurrió a la creación de este instrumento”, expone Ramones Fernández.
El mecanismo ya ha despertado interés en México y el extranjero, pues representa la entrada a un fideicomiso compuesto por proyectos que ya generan ganancias, tanto en el sector energético como en el de infraestructura.
Así, la Fibra E se perfila como un instrumento que puede convertirse en favorito de los inversionistas. Te presentamos 10 puntos básicos para entender su operación:
Es un vehículo financiero con el que se atraerá inversión para cualquier empresa, sea pública o privada, que cumpla con los requisitos establecidos por la norma aplicable a través de la bursatilización de algunos de sus activos maduros (ya existentes), explica la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Esta herramienta está construida a partir del modelo de Fibras tradicionales y los MPL (Master Limited Partnerships).
“Esta Fibra atenderá una necesidad identificada por el gobierno federal, y es una de las muchas vías que requerirá para materializar las inversiones que necesita. La herramienta está ideada y se basa en un modelo que en países un poco más desarrollados se le denomina MPL, que ya lleva muchos años operando en el mercado inmobiliario estadounidense”, explica Miguel Ángel del Barrio, líder en servicios de Fibras en México de Deloitte.
Este vehículo está ideado para recibir proyectos existentes. “En principio, la Fibra E atenderá infraestructura que ya esté generando ingresos, como un aeropuerto, una refinería o una carretera. Es cierto que el vehículo también puede invertir en proyectos nuevos, pero no superiores al 25% de sus inversiones; del 100%, 75% debe ser destinado a proyectos maduros”, detalla.
Los especialistas consultados coinciden en que este vehículo financiero surge en un contexto en que el gobierno federal se enfrenta a una fase de desaceleración económica presionada por la depreciación del peso, y sobre todo por la caída en los precios del petróleo, que se han reducido 50% en lo que va del año. Ante este escenario, el gobierno creó una categoría especial de inversión que permitirá a inversionistas institucionales (bancos, sociedades financieras, compañías de seguros, Afore, etc.) y al gran público inversionista participar en el sector energético y de infraestructura en México.
“El 8 de junio tuvimos una reunión de trabajo con la AMIB, donde platicamos de cómo podríamos detonar juntos, crear instrumentos, avenidas para utilizar más al público inversionista a través de la BMV para detonar la inversión que requiere el país, particularmente en el contexto de las reformas estructurales”, dijo Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el 5 de octubre durante la presentación del instrumento en la bolsa mexicana.
La Fibra E se estructurará a través de un fideicomiso mexicano creado para emitir bonos fiduciarios, Certificados Bursátiles Fiduciarios (CBF) para ser colocados y ofrecidos a través de una oferta pública en la BMV. Se ha establecido que el fiduciario deberá ser un banco mexicano autorizado o una casa de bolsa, y los accionistas de las empresas promovidas deberán ser residentes mexicanos para efectos fiscales, explica el despacho Santamarina y Steta, en un documento difundido en su página de internet.
“Hay un aspecto agrio, y es que los inversionistas extranjeros estarán obligados a registrar ganancias aquí (en México), y después tener que tomar los caminos de doble tributación para agilizar cuestiones fiscales. Sin duda, esto tiene que ver con que el gobierno quiere seguir creciendo la base fiscal a través de este instrumento financiero”, advierte Juan Carlos Machorro, socio a cargo del área energética de Santamarina y Steta.
Aunque en el reglamento publicado el 20 de octubre en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la SHCP no hace mención de posibles administradores del fideicomiso, la dependencia destaca algunas de las responsabilidades que este administrador deberá asumir:
Jorge Caballero, socio de Impuestos Corporativos de KPMG en México, explica que hay al menos tres diferencias principales con respecto al resto de las Fibras:
En conclusión, la Fibra E será un fideicomiso emisor que recibirá inversión vía colocación pública en la BMV. Así, los posibles candidatos son los inversionistas institucionales, gran público inversionista, inversionistas extranjeros y las Afore.
El rol del gobierno federal en la Fibra E, explican los expertos, será sólo como intermediario entre el vehículo financiero, las empresas promovidas y los inversionistas, pero no tendrá responsabilidad o injerencia en la operación y funcionamiento de la misma.
Al respecto, David Escalante, especialista en Energía y Recursos Naturales de KPMG en México, comenta: “El gobierno no tiene ninguna participación ni será el encargado de controlar o regular la Fibra. Es importante hacer esta aclaración. Sin embargo, sí podrá ampliar la recaudación a través del ISR, con sus respectivas excepciones, y ayudará a generar un ingreso adicional a empresas como Pemex o CFE.”
La Fibra E podrá componerse de proyectos relacionados con las siguientes actividades:
Las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos no están incluidas en la Fibra E, pues esto concierne a la Ronda Uno.
“Conforme a las disposiciones del SAT, las Fibras E y sus sociedades promovidas serán transparentes para efectos fiscales, de manera que el impuesto correspondiente se pagará a nivel de cada inversionista en las Fibras E de acuerdo con su participación y según su régimen tributario”, explicó Hacienda en un comunicado al presentar las reglas para los interesados en invertir dentro del vehículo financiero.
Entre las principales características fiscales destacan:
Los especialistas advierten que entre los principales riesgos de este instrumento financiero están la creciente presión sobre la caída en los precios del petróleo, hidrocarburo relacionado directamente con la Fibra E; el tipo de cambio y los activos en que podrán invertir son muy variados y distintos entre sí, además de que cuentan con diferentes duraciones y formas diversas para determinar sus flujos futuros.
Para contratar una deuda se debe ser cuidadoso, inteligente y analítico, repasemos algunas premisas que vale la pena observar.
Una de las mejores estrategias para evitar la fuga de dinero es tenerlo bien invertido.