21 de diciembre de 2017

Para el inversionista que no está involucrado con la tecnología blockchain o las ICO (Ofertas Iniciales de Monedas) y que comienza a interesarse por lo que sucede con Bitcoin, ahora también debe saber lo que es Ethereum. Si Bitcoin logró llamar la atención de los mercados por su alta volatilidad, por sus apasionados defensores/detractores o por las historias de jóvenes visionarios que cuadriplicaban su inversión en pocos días, ahora Ethereum se suma a la competencia de adeptos como la segunda criptomoneda en importancia, con un volumen de operaciones aproximado de $40 millones de dólares diario y un valor de capitalización de $28 mil millones de dólares. El precio del Ethereum ha aumentado de un año a la fecha en 2,650% y sigue su carrera ascendente.

¿Ethereum es simplemente otra criptomoneda? No, la respuesta es que Ethereum es un concepto más completo y complejo que Bitcoin y el resto de las criptomonedas.

Para entender la diferencia, pensemos en Bitcoin como una moneda que no está asociada a ningún país, como un medio de intercambio virtual, como un instrumento de pago universal con una cotización contra el dólar o el peso como cualquier otra moneda.

Ethereum en cambio, es toda una estructura de contratos, un marco legal donde se van a llevar a cabo transacciones comerciales de todo tipo, bienes y servicios, a través de aplicaciones (apps) tantas y tan diversas como operaciones comerciales hay en una economía. Esta estructura corre en el sistema llamado Ethereum Virtual Machine que busca descentralizar la web y hacerla anónima.

De acuerdo con los creadores de Ethereum, se buscan cuatro objetivos: publicación de contenido estático, mensajes dinámicos, transacciones confiables y una interfaz de usuario integrada y funcional. 

Si no es clara la idea, piensa en una nueva ciudad, donde los pobladores hacen negocios entre ellos a través de apps, sin un gobierno que regule la actividad o ejerza como árbitro y donde la moneda a utilizar se llama Ether. ¿Dónde o cómo se almacenan estas actividades? En un libro contable contenido en todas y cada una de las computadoras que participan en Ethereum, a través de la tecnología de cadena de bloques. Tal vez suene extraño hoy, pero esto cambiará nuestra manera de hacer negocios, no dudes que estamos frente al futuro y que hay grandes firmas financieras replanteando sus sistemas de información ante el atractivo tecnológico de la cadena de bloques.

Un tema que ha causado cierta confusión es que hay dos monedas relacionadas a Ethereum. Vayamos a la historia. En 2016 un hacker encontró una debilidad en el software de Ethereum y estableció un contrato donde si las condiciones se cumplían él ganaría 100 millones de dólares. Debido a esto y al ser un contrato “pirata” se discutió fuertemente si se debía anular o si se debía respetar los lineamientos originales pagando el dinero por haber encontrado esa vulnerabilidad. Estas posiciones no se resolvieron y Ethereum se partió en dos monedas: Ethereum (ETH) y Ethereum Classic (ETC). La primera fue la que anuló al hacker y en la segunda optaron por respetar el acuerdo. ETH es la más usada hoy en día.

En Más Fondos no recomendamos la inversión en Ethereum y en ninguna criptomoneda, pues no existe un marco regulatorio adecuado y consideramos que no hay garantías suficientes. Nuestra intención es mantenerte informado sobre lo que ocurre en el mundo de las finanzas.

Recuerda que la tasa de rendimiento está asociada a un riesgo y que cuando una inversión paga rendimientos tan sorprendentes es porque también se puede perder mucho en cualquier momento.

¿Sabes cuál es tu mejor opción de inversión de acuerdo a tu etapa de vida? Descúbrelo con el siguiente documento.

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